En la jornada de hoy nos hemos despertado con una noticia que, al menos a mi como amante de la justicia, me ha sobrecogido de forma especial. Romano Van der Dussen ha estado cumpliendo una condena durante 15 larguísimos años por un delito que se ha comprobado en la actualidad que no fue responsabilidad suya.
Y yo no paro de pensar el proceso personal y humano que ha debido de experimentar este hombre durante todos los años en los que ha sido privado de su familia, de su hija, de la cual se habrá perdido toda una vida, de su mujer, de sus padres que se habrán ido sin despedirse de él y con una tristeza tan profunda. Realmente le han destrozado la vida lo mires por donde lo mires. Pero este señor, lo único que pide después de tanto agravio es que se haga público y que la noticia corra como la pólvora para poder así limpiar su nombre. Otros hubiesen elaborado una lista innumerable de peticiones teniendo en cuenta el calado de la situación.
Pero, ahondando un poco más en la historia, mi pensamiento se dirige directamente a los abogados de ambos extremos, el abogado de la defensa de Romano Van der Dussen y del auténtico culpable de la violación por la que se produjo este esperpéntico caso. ¿Tan extremadamente patético habría sido el abogado que realizó la defensa de este señor, cuando con paso de los años, donde las pruebas habrán sido menores o se habrán deteriorado, se ha descubierto toda la verdad? O, ¿qué bueno ha sido el abogado que ha defendido al culpable de una violación? ¿Tendrá hoy en día la conciencia en píe sabiendo que un inocente ha permanecido durante 15 años encerrado?
Lo realmente increíble es que, hasta el momento hemos tenido un violador suelto en plena calle sin el menor resquicio de culpabilidad que le hiciese sombra, y no somos conscientes si habrá cometido más propelias a otras mujeres de las que habrá salido totalmente impune. Eso es lo verdaderamente peligroso de cometer una injusticia, no solo quien está privado de su libertad, sino que hay otras personas que pueden sufrir la misma barbarie que ha provocado el verdadero culpable.
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